El manual “Buenas Prácticas en Producción Ecológica: Apicultura”, editado por el MARM, pone en duda la profesionalidad de nuestros apicultores y está plagado de incorrecciones.
NACIONAL.- La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) muestra su asombro y perplejidad ante las “gratuitas descalificaciones” que se vierten contra los apicultores españoles en el manual sobre “Buenas Prácticas en Producción Ecológica: Apicultura”, editado recientemente por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, (MARM). En el contenido del mismo, se pone en duda de forma reiterada la profesionalidad de nuestros apicultores, obviando que la apicultura profesional de nuestro país es la que mayor peso productivo y cabaña tiene de toda la UE, (2,5 millones de colmenas), con una producción de 30 millones de Kg de miel y 1,5 millones de polen de acreditada calidad y reconocido prestigio internacional.
Entra otras, el estudio recoge “perlas” del calado de:
- “….la desprofesionalización del sector y sus carencias estructurales y tecnológicas explican parte de la crisis que actualmente atraviesa….”,
- “…la productividad es de 2 a 4 veces inferior a la registrada en países como Venezuela o Argentina (…). Estos resultados son reflejo del déficit tecnológico del sector: colmenas horizontales de difícil manejo, prácticas de extracción obsoletas, falta de mecanización en la trashumancia y ausencia de asesoramiento técnico, entre otros…”,
- “…las explotaciones están ancladas en el pasado…”,
- “…Es necesario promover una revolución tecnológica que saque al sector del pasado, especialmente facilitando la sustitución de las colmenas de corcho y similares que son las más utilizadas…”,
Estas afirmaciones dejan en muy mal lugar a los autores de este trabajo que, a todos los efectos, demuestran desconocer la realidad de las explotaciones apícolas de nuestro país, y, particularmente, a quienes desde el MARM han permitido su publicación sin contar con la opinión y participación del propio sector apícola y las organizaciones agrarias representativas, que vienen trabajando activamente con la Subdirección General de Productos Ganaderos para la puesta en marcha y desarrollo de los Programas Nacionales Apícolas durante los últimos 12 años.
Además, llama la atención que este manual plantee como una alternativa de futuro el subsector apícola ecológico nacional, configurado según dicho estudio por 131 explotaciones que representan el 0,56 % del total nacional y 28.315 colmenas que suponen el 1,16 % del total de la cabaña apícola, cuando reconoce, por ejemplo, que el 74% de la producción de miel ecológica de estas pocas explotaciones se vende por el canal convencional, no ecológico.
Una cuestión clave para la apicultura ecológica son los problemas sanitarios y más concretamente la lucha contra Varroa destructor.
Curiosamente, los autores no aportan ningún tipo de valoración o dato al respecto y lo tocan de forma muy tangencial al presentarlo como uno de los últimos problemas que afectan a este tipo de explotaciones apícolas.
COAG lamenta que el dinero público se utilice para denostar la imagen de nuestra apicultura con estudios simplistas y carentes de rigor. Ante ello, se ha pedido por carta al Ministerio la retirada de esta publicación. “Lejos de ayudar a avanzar en la vertebración del sector y a la mejora de la comercialización de los productos apícolas, se profundiza en la descalificación injustificada de un sector cuyo máximo valor, además de obtener mieles y polen de excelente calidad, es la de garantizar a la sociedad un servicio medioambiental de primera magnitud al facilitar el mantenimiento de la biodiversidad mediante la polinización que realizan las abejas”, ha apostillado José Luís González, responsable del sector apícola de COAG.