Una plaga que ya ha hecho estragos en Navarra llegará en marzo a la comunidad.Diez individuos pueden acabar con una colmena entera en cuestión de horas.
Los apicultores aragoneses se preparan para la llegada del avispón asiático esta próxima primavera. El insecto proveniente de China, cuyo nombre científico es vespa vetulina causa estragos entre la población de las abejas, ya que tan solo diez de estos individuos puede acabar con toda una colmena en cuestión de horas. Llegó hace cuatro años a Francia y ya se han detectado casos en Navarra, previo paso por el País Vasco. Al parecer fue una caja de kiwis que transportaba un barco la que trajo consigo un nido de estas avispas.
Todo apunta a que, gracias a su capacidad de adaptación, en pocos meses llegará también a la comunidad aragonesa. Por ahora, todo lo que pueden hacer los apicultores es estar prevenidos y estudiar las técnicas que usan sus compañeros galos y vascos para luchar contra este nuevo enemigo. "No hay modo de frenar que lleguen aquí, solo podremos actuar una vez que detectemos su presencia", explica el gerente del Centro de Interpretación de la Apicultura de Cinco Villas, Carlos Gracia.
ZONAS PELIGROSAS Precisamente es esta comarca, limítrofe con la comunidad foral, junto con la zona oriental de Huesca, por su proximidad con Francia, las áreas a las que primero podrían llegar los insectos asiáticos. "Los agricultores franceses practican la trashumancia en el norte de la comunidad para hacer la miel de romero, lo que representa una de las posibles entradas del avispón en Aragon", indica el veterinario de ASAJA en Huesca, Rafael Blanc.
Los apicultores seguirán el ejemplo de los franceses, aunque cuentan con pocos medios. La mejor solución consiste en la destrucción de los nidos, que son muy grandes --pueden alcanzar hasta los 60 centímetros de diámetro-- y muy vistosos, ya que parecen "pelotas de baloncesto". Aunque esto conlleva el trabajo de localizarlos uno a uno. Por este motivo, las asociaciones ganaderas llevan meses solicitando que si alguien ve uno de estos insectos advierta rápidamente a la administración. Son fácilmente reconocibles por su tamaño, muy superior al de la abeja europea y por su anillo naranja.
El otro método es la colocación de trampas selectivas. Se trata de un mecanismo muy sencillo que consiste en cortar una botella de plástico por la mitad, colocar un embudo como tapa y llenarla con cerveza, una sustancia que atrae a los avispones. Una vez entran en el recipiente, ya no pueden volver a salir y perecen. "Es un sistema que mata a muy pocos insectos en comparación con la población que existe, pero es lo único que se puede hacer", apunta Rodrigo Aliod, veterinario de la agrupación Arna de Zaragoza, que agrupa a más 37.500 colmenares.
Los profesionales del sector se lamentan de la falta de medios para luchar contra este y otros problemas. "En China tienen a una persona en los colmenares encargada exclusivamente de cazar estos avispones con una red", explica Francisco Javier Escuer, que cuenta con más de 500 colmenas en Los Monegros.
El Departamento de Medio Ambiente está al corriente de la situación, y aunque todavía no se ha detectado la presencia del insecto en Aragón, en los próximos días se reunirán con los apicultores para analizar la amenaza que representa esta plaga. Además, la DGA ha establecido contacto con otras administraciones para conocer como han abordado el problema. Lo cierto es que no se han detectado ataques a las personas, pero su virulencia contra las abejas es letal.