sábado, 4 de junio de 2011

Las obras públicas estresan a las abejas, que producen menos

El zumbido de las perforadoras excavando túneles, las retropalas moviendo tierras, los camiones transportando escombros y levantando polvo... las obras públicas en carreteras y ferrocarriles son motivo de controversia política, pero producen otros daños colaterales. «Las abejas se estresan y dejan de producir», señala Esther Ordóñez, veterinaria y presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Mel de Galicia. Son casos puntuales, pero que los apicultores observan con preocupación porque les afecta al bolsillo.

Doscientos cincuenta apicultores y expertos en abejas se han reunido en la XXIII Feira Apícolas das Rías Baixas, que se ha celebrado el pasado fin de semana en O Porriño. En el evento se han preparado catas de mieles y un mercadillo. En Galicia hay 3.000 apicultores y se producen cuatro tipos de miel protegidas por la denominación de origen: las de eucalipto, de brezo, de zarza y de castaño. Las perspectivas para este temporada son halagüeñas después de la caída que se produjo el año pasado en las zonas de costa por la escasa floración de eucaliptos. «Este año la floración es buena», señala Esther Ordóñez.

Dentro de la feria se han celebrado unas jornadas técnicas en las que se ha abordado algunos problemas con los que se enfrentan los criadores. Una de las principales inquietudes es la extensión de la avispa asiática. Este tipo de avispa de gran tamaño procedente de China se detectó por primera vez en el sur de Francia en al año 2005 y desde allí ya se ha introducido en la cornisa cantábrica.

En el País Vasco están sufriendo los estragos de este insecto muy voraz que se alimenta de abejas y de otros animales. Esher Ordóñez asegura que en Galicia no se ha detectado este tipo de avispa asiática, pero sí hay presencia de abejorros (Vespa crabro) que atacan espacialmente en la zonas del interior de Ourense y Lugo. Las abejas, no obstante, han desarrollado su propia estrategia de defensa frente a las avispas. «La rodean y la asfixian», asegura Esther Ordóñez.

Según explica Julián Urquiola, presidente de la Asociación de Apicultores de Guipúzcoa, «ya hay avispas asiáticas en Guipúzcoa, Vizcaya y Navarra y no sabemos cuánto territorio pueden conquistar. No se puede decir que mañana no venga alguna de ellas en un camión en ruta y se extiendan por Galicia».

Parásito

La presidenta del consejo regulador subraya los parámetros de calidad que mantiene la miel gallega acogida a la denominación de origen. La ubicación de las colmenas en bosques alejados de cultivos hace que no haya presencia de restos de pesticidas en las flores.

Mucho más preocupantes que los productos químicos resultan para los apicultores gallegos las enfermedades que sufren este tipo de insectos. La principal lacra la constituye la varroa, un parásito. Este ácaro se adhiere al cuerpo de la abeja y absorbe la hemolinfa hasta que la deja exangüe.

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