lunes, 23 de marzo de 2015

La Alianza consigue dar un vuelco a la ayuda agroambiental en apicultura

 

  • UPA-COAG logra que la Consejería de Agricultura varíe los requisitos para solicitarla e incremente el presupuesto hasta los 3 millones de euros


Aurelio Pérez Sánchez y Julio López Alonso, coordinadores de la Alianza UPA-COAG de Castilla-León, junto a Francisco Javier Fernández Santiago, responsable de sector apícola de Castilla y León, realizaron ayer una valoración sobre la ayuda agroambiental de apicultura en la Comunidad para el periodo 2014-2020. Una ayuda por la que han estado luchado desde esta OPA desde que el pasado mes de diciembre la Consejería de Agricultura presentara el borrador del PDR, que no era positivo para la apicultura al incluir requisitos «fuera de lugar para poder conseguir la ayuda agroambiental», como manifestaban ayer. Desde ese momento, la Alianza ha llevado a cabo una negociación con la propia consejera de Agricultura, Silvia Clemente, y con el director general, consiguiendo «encauzar la situación» y una serie de logros, de los que se congratulan.
Así, se ha conseguido reducir el periodo de retención de las colmenas (el tiempo que deben estar dentro de Castilla y León), a 5 meses, siendo en el anterior PDR de 6 meses. El mes que había de diferencia significaba una gran dificultad para los trashumantes para poder mover las colmenas.
Presupuesto
Otro logro, y de gran importancia, ha sido que se ha aumentado el presupuesto que se destina a estas ayudas, pasando de dos a tres millones de euros con el fin de poder cubrir las solicitudes de todos los apicultores profesionales (los que tienen más de 150 colmenas). Hay que tener en cuenta que antes había unas 390 explotaciones apícolas en Castilla y León, número que ha aumentado en un 25 por ciento aproximadamente, llegando a las 512 explotaciones. De esta forma, con el aumento de un millón de euros en el presupuesto se dota a la partida de dinero suficiente para hacer frente a todas las solicitudes.

Por otro lado, los miembros de la Alianza hablaron ayer que también se ha conseguido que aumente el número de colmenas por asentamientos. Si antes era de un máximo de 80 colmenas y un apicultor con 300 necesitaba cuatro colmenares, ahora se aumenta de 80 a 100 colmenas por asentamiento, por lo que solo necesitará tres colmenares. Si a esto sumamos que también se ha reducido la distancia entre colmenares a un kilómetro entre asentamientos de 100 colmenas y a 750 metros en los de menos de 50 colmenas, esto facilita los asentamientos y también una mejor ubicación dentro del campo.
Junto a estos tres logros también se puede hablar de una reivindicación realizada por la Alianza y que ha sido bien acogida como es que para pedir la ayuda agroambiental no sea necesario estar dentro de la Red Natura y de zonas de montaña, lo que permitirá que todos los apicultores profesionales puedan solicitarla.

En este sentido, la Consejería se ha comprometido, además, ha realizar un mapa con las zonas de cultivos aprovechables para la apicultura, ya que hay zonas con una gran número de colmenas mientras otras, en cambio, no tienen ninguna por desconocimiento. Por ejemplo, en la Comunidad han aumentado las zonas donde se cosecha la colza, que es un cultivo que está demandando la polinización de las abejas.
Todo ello forma parte de la nueva orden que se espera se publique la próxima semana en el Bocyl, lo que da pie para firmar los nuevos contratos para los próximos 5 años (de 2015 a 2019). Ahora queda una duda e incertidumbre, qué pasará con 2020, si se pedirá una prórroga o será «otro año vacío, sin ayudas, como ha ocurrido en 2014».


Etiquetado
Otra de las cuestiones que se abordó en la mañana de ayer por los miembros de la Alianza fue el apoyo obtenido por las Cortes de Castilla y León, que la semana pasada aprobó por unanimidad una proposición no de ley presentada por el PSOE, por la que se solicitará al Ministerio que se incluya el origen de la miel y el polen en el etiquetado, convirtiéndose así en la primera Comunidad que, a través de las Cortes, apoya una reivindicación histórica del sector apícola, como es identificar el país de origen tanto de la miel como del polen.
Con ello se conseguirá luchar contra la picaresca de envasadores e industrias que mezclan la miel española con productos de otros países de baja calidad, principalmente procedente de China, lo que genera «pérdidas del prestigio del producto español», lo que repercute de forma negativa en el sector.