La Comisión Europea acaba de publicar el informe final del proyecto
EPILOBEE 2012-2014, llevado a cabo por el Laboratorio de Referencia de
sanidad apícola de la UE para analizar las pérdidas de colmenas. Los
resultados muestran un importe descenso en la tasa de mortalidad entre
los inviernos 2013 y 2014. Si bien estos resultados son positivos,
deberían ser tomados con precaución y serían necesaria una mayor
investigación, apunta el informe.
En el estudio han participado
17 países de la UE y se han observado grandes diferencias entre ellos.
El clima puede haber sido un factor de influencia. En el invierno
2012-13, la tasa de mortalidad oscilaba entre el 3,2% de Estonia hasta
el 32% de Bélgica. En la mayor parte de los principales países
productores (España, Francia, Alemania, Polonia, Portugal), la
mortalidad oscilaba entre un 10-16%. Concretamente en España, la
mortalidad fue de 10,2%. Destacar que en otros dos grandes productores,
Italia y Grecia, la mortalidad era inferior, de un 5,5% y un 6,5%,
respectivamente.
Un año después, en el invierno 2013-14, la tasa
de mortalidad se redujo en la mayor parte de los países y se acortó la
amplitud del intervalo entre las tasas, oscilando entre un 3,2% de
Estonia y el 15,4% de Suecia. Salvo en Francia, donde la mortalidad no
ha variado apenas entre los dos años y ha girado en torno al 14%, en el
resto de principales países productores, la mortalidad se ha reducido a
la mitad, oscilando entre el 4,5% de Polonia al 7% de Portugal. España
registró una tasa de mortalidad del 5,5%. En Italia y Grecia, la
mortalidad se ha reducido, pero ligeramente.