miércoles, 13 de abril de 2016

Los expertos abogan por un frente común a favor del consumo de miel

 De izquierda a derecha, Maciel, Pacheco, Barreto, Sánchez, Rodrigues y Gonçalves durante la clausura del congreso.

 

  • El Congreso Ibérico de Apicultura termina apuntando a la varroa y al etiquetado de los productos como los principales retos
El IV Congreso Ibérico de Apicultura cerró ayer sus tres intensas jornadas de trabajo con la lectura de las conclusiones principales que se han extraído tras el casi medio centenar de comunicaciones orales y las 26 comunicaciones a través de pósters que se han vivido estos días.
Unas conclusiones que expuso el presidente del congreso y profesor de la USAL, José Sánchez, quien además destacó que de las cuatro áreas en las que se dividía el congreso –biología, patología, producción y economía– precisamente la última, relacionada con aspectos económicos y legales de la apicultura, era la que menos trabajos había recibido pero, sin embargo, «creemos que es muy interesante que se siga conservando este área dada su importancia en el sector».
Precisamente, la lectura de las conclusiones fue ligada a cada una de estas cuatro áreas y, así, en la de patología, la presencia de la varroa fue de nuevo marcado como el principal problema del sector ya que, «aunque se están haciendo muchos trabajos sobre el tema, tendremos que terminar de aprender a convivir con ella». Sin embargo en esta área también se ha hablado de otros parásitos que afectan «al despoblamiento y al colapso de las colmenas».
En cuanto al área de biología, el congreso celebrado en Salamanca ha puesto sobre la mesa varios estudios genómicos sobre polinizadores «como la abeja de la miel y otros muchos». Sobre este aspecto, el presidente del congreso destacó que, al tratarse de un encuentro científico en el que también se ha hablado de otros aspectos de la apicultura más vinculados con el trabajo en el campo, se han dado las condiciones para crear «un foro adecuado para intercambiar opiniones», algo que sin duda favorece a todos los sectores implicados.
En cuanto a la producción se ha puesto de manifiesto la preocupación por lograr un mejor etiquetado botánico pero «tenemos que procurar que no queden al margen de esa legislación algunas de las mieles que ya se están comercializando ahora», señaló Sánchez, quien pidió que se sea «extremadamente cuidadoso a la hora de redactar esas futuras normas de mieles monoflorales».
Por último, precisamente en el área económica, el presidente destacó una de las principales conclusiones del congreso: la necesidad de crear un frente común para potenciar el consumo de miel y de otros productos apícolas ya que, desde el sector, existe una seria «preocupación por el bajo consumo en toda la península». En relación a este aspecto, Sánchez destacó un segundo problema: el del mercado globalizado que permite la entrada de otras mieles de peor calidad pero más baratas, señalando especialmente aquellas que provienen de China.
Unión de sectores
Más allá de las conclusiones concretas que ha dejado sobre la mesa este congreso, una de las ideas generales que más se oyó durante el acto de clausura fue el de la necesidad de que los diferentes sectores relacionados con el mundo apícola trabajen en conjunto, sobre todo en referencia a la parte profesional de la apicultura con la universidad, cuyas investigaciones pueden ser de gran ayuda para los problemas a los que deben hacer frente los apicultores.
Una idea que también fue defendida por Joaquim Barreto, diputado nacional portugués y presidente de la Comisión de la Agricultura y el Mar de la Asamblea de la República de Portugal, quien señaló que hay que «asociar producción a investigación y tenemos que innovar para modernizarnos y acompañar al sector en la evolución de los tiempos».
Barreto también abogó por que, desde las instituciones de uno y otro lado de la frontera, además de colaborar y compartir sinergías, se apoye al sector apícola «promoviendo, valorizando y comercializando los productos». Además insistió en que Europa se tiene que interesar con lo que pasa en el mercado y ayudar a proteger «el producto local, certificado, de gran calidad para la salud pública y que además dinamiza las economías locales».
Barreto no fue el único representante luso que participó en la clausura de este congreso, poniendo de manifiesto el apoyo institucional por parte de Portugal al sector que muchos defendieron ayer. De hecho, en la mesa de clausura, al presidente del congreso y a Joaquim Barreto les acompañaron otros tres diputados nacionales de Portugal (Palmira Maciel, Santinho Pacheco y Julia Rodrigues) y el presidente de la Federación Nacional de Apicultura de Portugal, Manuel Gonçalves.
Además de las conclusiones y las reivindicaciones, durante la clausura del IVCongreso Ibérico de Apicultura se indicó cuál va a ser la sede del quinto: será en la Universidad de Coimbra (Portugal) dentro de dos años.