viernes, 17 de junio de 2016

Bizkaia forma a doscientos técnicos locales para frenar la invasión de la avispa asiática

 El protocolo de actuación incluye el uso de un dron en casos especiales para neutralizar nidos. Se abre además una línea de ayudas a apicultores afectados

Colmena de avispa asiática retirada de la urbanización Sautolabarri, de Zeberio.
Colmena de avispa asiática retirada de la urbanización Sautolabarri, de Zeberio. (S. Martín)
Bilbao - Coincidiendo en el tiempo con la retirada de casi un centenar de nidos primarios de avispas asiáticas -el doble de los computados en 2015-, la Diputación Foral de Bizkaia ha empezado a impartir los cursos para formar al personal técnico -algo más de 200 personas de prácticamente todos los municipios- designado por los ayuntamientos para combatir la presencia de esta especie invasora.
Serán la avanzadilla de un novedoso y completo protocolo de actuación frente a la vespa velutina que prevé, entre otros medios técnicos, el uso de un dron para facilitar las labores de reconocimiento y búsqueda con cámara de alta definición y termográfica en áreas de difícil acceso, y de anulación de estas colonias con un sistema para inyectar e impregnar con insecticida ese cubil. Se trata del mismo vehículo aéreo no tripulado empleado en el incendio desatado a finales del año pasado en Berango para investigar las causas y controlar la evolución del fuego. Ahora, y en casos excepcionales, podrá levantar el vuelo para acometer una tarea bien distinta. Las pruebas para comprobar su utilidad y eficacia han resultado del agrado de los técnicos. No en vano, tras una ligera modificación en su chasis -se incorpora una mini pértiga con una bomba llena de biocida-, el dron es capaz de destruir el nido tras fumigarlo en muy corto espacio de tiempo y sin peligro alguno, ya que se maneja con una cámara a distancia. Además, y gracias a esa cámara de alta definición, también permitirá comprobar si existe vida interior y qué familia vive dentro.
La disponibilidad de este recurso y de otros como plataformas elevadoras para subir a 40 metros o pértigas que alcanzan los 21 metros para inyectar el biocida o colocar trampas alrededor, están siendo presentados en esos cursos formativos. La pasada semana arrancaron en Derio (para las comarcas de Txorierri y Uribe Kosta) y en Gernika (para las de Busturialdea y Lea Artibai), y la próxima se celebrarán en Portugalete (día 15) para las de Ezkerraldea, Meatzaldea y Enkarterri. Un día después, en Zornotza, para atender y resolver posibles dudas entre el personal de Durangaldea y Arratia-Nerbioi.
En balde Los participantes, desde agentes de Policía Local y Protección Civil a técnicos de medio ambiente o incluso el secretario o secretaria municipal, asumirán un papel fundamental en esa batalla silenciosa que estos últimos veranos ha espoleado a la ciudadanía a movilizar recursos de emergencia (bomberos, llamadas a SOS-Deiak,…) en balde en muchos casos. Ahora, todo eso cambiará con la activación de ese protocolo que fija criterios básicos de funcionamiento.
En el mismo se establece que los bomberos únicamente actuarán cuando los nidos se encuentren en el entramado urbano o en las proximidades de colegios, centros para mayores, instalaciones eléctricas o depósitos de gas, por ejemplo. Para el resto de supuestos será el personal de Basalan -sociedad pública de Guardería Forestal-, el que asuma las tareas para inutilizar esa colonia: “Más o menos en un 90% de los casos”, estimaba Isusko Mendizabal, oficial del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación Foral de Bizkaia, quien valoraba positivamente tanto la elaboración del protocolo como los cursos.
Tal y como expresaba a DEIA, “están siendo muy bien recibidos y la gente está deseando empezar a trabajar” con este sistema inspirado en el modelo guipuzcoano (primer territorio vasco donde apareció la avispa asiática en 2010) pero con algunas particularidades. Allí son las administraciones locales las que identifican, verifican y retiran los nidos, mientras que en Bizkaia esa acción está encomendada a bomberos y Basalan, o incluso si la corporación así lo decide, a una empresa autorizada para aplicar productos biocidas [insecticidas en términos coloquiales] sobre los nidos, tan reconocibles ya para el común de los mortales.
En cualquier caso, subrayaba Mendizabal, tan importante como la neutralización de esa colonia de velutinas es que la ciudadanía sepa que la avispa asiática no es peligrosa para el ser humano (a excepción de personas con alergia a este tipo de insectos). “No es una avispa que come niños, no es asesina. Pero la mala prensa que ha tenido ha provocado que la gente tenga pánico y se utilicen y ocupen recursos de emergencia cuando ven una sola avispa en su jardín. En Gipuzkoa ya están acostumbrados; es casi la avispa guipuzcoana -bromeaba- y aquí tenemos que hacerla la vespa vizcaina”, apostillaba.
Apicultores Una idea en la que recientemente insistían fuentes del Gobierno vasco cuando manifestaban que “se trata de una especie invasora casi imposible de erradicar debido a su buena capacidad de adaptación” que “no supone riesgos inmediatos para la salud de las personas”. Eso sí, su presencia preocupa y mucho al sector de la apicultura ya que las avispas asiáticas “son altamente peligrosas para las abejas [se las comen]” autóctonas, productoras de miel. De hecho, por primera vez, la Diputación Foral de Bizkaia abrirá en julio una línea de subvenciones (30.000 euros) para los apicultores cuyas explotaciones hayan sufrido daños por la velutina.
“Han venido para quedarse. Eso está claro”, redondeaba Isusko Mendizabal. Por eso, a su entender, la activación de este protocolo de actuación frente a la avispa asiática tendrá otra utilidad que Agustín Mendieta, veterinario del Servicio foral de Sanidad Animal, ha trasladado a los participantes en esos cursos formativos: “Dar tiempo a las abejas autóctonas a que aprendan a protegerse” ante la presencia y la amenaza de esta invasora. Y es que, según describe, las abejas asiáticas han aprendido a protegerse y ahora comparten hábitat y, en cierta manera, ambas especies conviven. La técnica defensiva que han aprendido a ejecutar consiste en que cuando una velutina se acerca a una colmena de melíferas, un grupo se encarga de rodearla y generar el calor suficiente (unos 42º) para matarla.
Hasta que esa evolución se produzca en las abejas europeas (vespa crabro) -entre las que se cuenta la vizcaina y vasca-, la labor de los técnicos municipales, bomberos y personal de Basalan será determinante para tratar de mantener un equilibrio. El año pasado fueron retirados más de 2.000 nidos secundarios, pero un número indeterminado de avispas asiáticas fecundadas se salvaron (de cada colonia pueden salir entre 100 y 200) y han hibernado sin mayores problemas debido a que el invierno no ha sido especialmente severo.
Así lo confirma el hecho de que desde mayo hayan sido anulados noventa nidos primarios, el doble de los retirados en 2014 en ese mismo periodo. “Y está muy repartido; lo mismo por Enkarterri, Durangaldea, Uribe Kosta,… hasta en Orduña hemos ido a retirar” apuntaba Aitor Landa, subdirector de la sociedad pública Basalan. En resumen, indicaba Landa, atendiendo a la documentación repartida a los asistentes a esas jornadas de formación, en conjunto “valoran muy positivamente” la información recibida, ya que “les tranquilizamos con datos. Es que hay mucha incertidumbre. La gente tiene miedo porque se dijo que era una avispa asesina y hacemos hincapié en que su picadura es igual que las de otras. Lo que sí hace es matar a nuestras abejas, pero no a las personas”.
La implicación y colaboración de los municipios será en este sentido clave, ya que el personal designado recibirá los avisos de la ciudadanía, verificará la existencia del nido y que realmente se trate de velutinas. También tendrán que introducir los datos (localización exacta, altura y dimensiones,…) en una aplicación informática desarrollada por la empresa foral Lantik para tener inventariadas todas las colonias existentes en el territorio.
Y para tratar de serenar a la población, una de las medidas incluidas en el protocolo consistirá en marcar de forma clara y visible tanto la localización del nido (una raya de color verde en diagonal sobre el tronco, por ejemplo) como su estado: si está inutilizado los bomberos, los técnicos de Basalan o los agentes de la empresa autorizada deberán hacer un aspa de color rojo. “Y el dígito 6 porque ha sido este año”, apostillaba. “La experiencia nos ha dicho que se recibían muchas llamadas en SOS-Deiak para un mismo nido” y de este modo esperan agilizar y optimizar los recursos, destacaba el subdirector de la sociedad pública de Guardería Forestal.
“Era necesario informar porque los municipios son parte involucrada en las actuaciones. Y la elaboración del protocolo también era necesaria. Que todos los municipios se pongan de acuerdo y lo acepten es complicado, pero se ha hecho. Los que han venido a los cursos lo valoran bien porque se les dan nociones sobre la velutina. El año pasado lo vivían de cerca y no tenían esa formación sobre biología [para no confundirla con la autóctona] y ciclo vital de la avispa, ni cómo actuar o los medios”, sentenciaba Mendizabal.
Además, agregaba Landa “se les explica el protocolo, el procedimiento a seguir cuando reciben la llamada de un vecino y los medios que tenemos para trabajar en la neutralización de ese nido. Quedan muy satisfechos con las explicaciones y se les aclaran las dudas que tienen”.