Bizkaia forma a doscientos técnicos locales para frenar la invasión de la avispa asiática
El protocolo de actuación
incluye el uso de un dron en casos especiales para neutralizar nidos. Se
abre además una línea de ayudas a apicultores afectados
Colmena de avispa asiática retirada de la urbanización Sautolabarri, de Zeberio. (S. Martín)
Bilbao - Coincidiendo en
el tiempo con la retirada de casi un centenar de nidos primarios de
avispas asiáticas -el doble de los computados en 2015-, la Diputación
Foral de Bizkaia ha empezado a impartir los cursos para formar al
personal técnico -algo más de 200 personas de prácticamente todos los
municipios- designado por los ayuntamientos para combatir la presencia
de esta especie invasora.
Serán la avanzadilla de un novedoso y completo protocolo de actuación frente a la
vespa velutina
que prevé, entre otros medios técnicos, el uso de un dron para
facilitar las labores de reconocimiento y búsqueda con cámara de alta
definición y termográfica en áreas de difícil acceso, y de anulación de
estas colonias con un sistema para inyectar e impregnar con insecticida
ese cubil. Se trata del mismo vehículo aéreo no tripulado empleado en el
incendio desatado a finales del año pasado en Berango para investigar
las causas y controlar la evolución del fuego. Ahora, y en casos
excepcionales, podrá levantar el vuelo para acometer una tarea bien
distinta. Las pruebas para comprobar su utilidad y eficacia han
resultado del agrado de los técnicos. No en vano, tras una ligera
modificación en su chasis -se incorpora una mini pértiga con una bomba
llena de biocida-, el dron es capaz de destruir el nido tras fumigarlo
en muy corto espacio de tiempo y sin peligro alguno, ya que se maneja
con una cámara a distancia. Además, y gracias a esa cámara de alta
definición, también permitirá comprobar si existe vida interior y qué
familia vive dentro.
La disponibilidad de este recurso y de otros como plataformas
elevadoras para subir a 40 metros o pértigas que alcanzan los 21 metros
para inyectar el biocida o colocar trampas alrededor, están siendo
presentados en esos cursos formativos. La pasada semana arrancaron en
Derio (para las comarcas de Txorierri y Uribe Kosta) y en Gernika (para
las de Busturialdea y Lea Artibai), y la próxima se celebrarán en
Portugalete (día 15) para las de Ezkerraldea, Meatzaldea y Enkarterri.
Un día después, en Zornotza, para atender y resolver posibles dudas
entre el personal de Durangaldea y Arratia-Nerbioi.
En balde Los
participantes, desde agentes de Policía Local y Protección Civil a
técnicos de medio ambiente o incluso el secretario o secretaria
municipal, asumirán un papel fundamental en esa batalla silenciosa que
estos últimos veranos ha espoleado a la ciudadanía a movilizar recursos
de emergencia (bomberos, llamadas a SOS-Deiak,…) en balde en muchos
casos. Ahora, todo eso cambiará con la activación de ese protocolo que
fija criterios básicos de funcionamiento.
En el mismo se establece que los bomberos únicamente actuarán
cuando los nidos se encuentren en el entramado urbano o en las
proximidades de colegios, centros para mayores, instalaciones eléctricas
o depósitos de gas, por ejemplo. Para el resto de supuestos será el
personal de Basalan -sociedad pública de Guardería Forestal-, el que
asuma las tareas para inutilizar esa colonia: “Más o menos en un 90% de
los casos”, estimaba Isusko Mendizabal, oficial del Servicio de
Extinción de Incendios y Salvamento de la Diputación Foral de Bizkaia,
quien valoraba positivamente tanto la elaboración del protocolo como los
cursos.
Tal y como expresaba a DEIA, “están siendo muy bien recibidos y
la gente está deseando empezar a trabajar” con este sistema inspirado en
el modelo guipuzcoano (primer territorio vasco donde apareció la avispa
asiática en 2010) pero con algunas particularidades. Allí son las
administraciones locales las que identifican, verifican y retiran los
nidos, mientras que en Bizkaia esa acción está encomendada a bomberos y
Basalan, o incluso si la corporación así lo decide, a una empresa
autorizada para aplicar productos biocidas [insecticidas en términos
coloquiales] sobre los nidos, tan reconocibles ya para el común de los
mortales.
En cualquier caso, subrayaba Mendizabal, tan importante como la neutralización de esa colonia de
velutinas
es que la ciudadanía sepa que la avispa asiática no es peligrosa para
el ser humano (a excepción de personas con alergia a este tipo de
insectos). “No es una avispa que come niños, no es asesina. Pero la mala
prensa que ha tenido ha provocado que la gente tenga pánico y se
utilicen y ocupen recursos de emergencia cuando ven una sola avispa en
su jardín. En Gipuzkoa ya están acostumbrados; es casi la
avispa guipuzcoana -bromeaba- y aquí tenemos que hacerla la
vespa vizcaina”, apostillaba.
Apicultores Una idea en la
que recientemente insistían fuentes del Gobierno vasco cuando
manifestaban que “se trata de una especie invasora casi imposible de
erradicar debido a su buena capacidad de adaptación” que “no supone
riesgos inmediatos para la salud de las personas”. Eso sí, su presencia
preocupa y mucho al sector de la apicultura ya que las avispas asiáticas
“son altamente peligrosas para las abejas [se las comen]” autóctonas,
productoras de miel. De hecho, por primera vez, la Diputación Foral de
Bizkaia abrirá en julio una línea de subvenciones (30.000 euros) para
los apicultores cuyas explotaciones hayan sufrido daños por la
velutina.
“Han venido para quedarse. Eso está claro”, redondeaba Isusko
Mendizabal. Por eso, a su entender, la activación de este protocolo de
actuación frente a la avispa asiática tendrá otra utilidad que Agustín
Mendieta, veterinario del Servicio foral de Sanidad Animal, ha
trasladado a los participantes en esos cursos formativos: “Dar tiempo a
las abejas autóctonas a que aprendan a protegerse” ante la presencia y
la amenaza de esta invasora. Y es que, según describe, las abejas
asiáticas han aprendido a protegerse y ahora comparten hábitat y, en
cierta manera, ambas especies
conviven. La técnica defensiva que han aprendido a ejecutar consiste en que cuando una
velutina se acerca a una colmena de melíferas, un grupo se encarga de rodearla y generar el calor suficiente (unos 42º) para matarla.
Hasta que esa evolución se produzca en las abejas europeas (
vespa crabro)
-entre las que se cuenta la vizcaina y vasca-, la labor de los técnicos
municipales, bomberos y personal de Basalan será determinante para
tratar de mantener un equilibrio. El año pasado fueron retirados más de
2.000 nidos secundarios, pero un número indeterminado de avispas
asiáticas fecundadas se salvaron (de cada colonia pueden salir entre 100
y 200) y han hibernado sin mayores problemas debido a que el invierno
no ha sido especialmente severo.
Así lo confirma el hecho de que desde mayo hayan sido anulados
noventa nidos primarios, el doble de los retirados en 2014 en ese mismo
periodo. “Y está muy repartido; lo mismo por Enkarterri, Durangaldea,
Uribe Kosta,… hasta en Orduña hemos ido a retirar” apuntaba Aitor Landa,
subdirector de la sociedad pública Basalan. En resumen, indicaba Landa,
atendiendo a la documentación repartida a los asistentes a esas
jornadas de formación, en conjunto “valoran muy positivamente” la
información recibida, ya que “les tranquilizamos con datos. Es que hay
mucha incertidumbre. La gente tiene miedo porque se dijo que era una
avispa asesina y hacemos hincapié en que su picadura es igual que las de
otras. Lo que sí hace es matar a nuestras abejas, pero no a las
personas”.
La implicación y colaboración de los municipios será en este
sentido clave, ya que el personal designado recibirá los avisos de la
ciudadanía, verificará la existencia del nido y que realmente se trate
de
velutinas. También tendrán que introducir los datos
(localización exacta, altura y dimensiones,…) en una aplicación
informática desarrollada por la empresa foral Lantik para tener
inventariadas todas las colonias existentes en el territorio.
Y para tratar de serenar a la población, una de las medidas
incluidas en el protocolo consistirá en marcar de forma clara y visible
tanto la localización del nido (una raya de color verde en diagonal
sobre el tronco, por ejemplo) como su estado: si está inutilizado los
bomberos, los técnicos de Basalan o los agentes de la empresa autorizada
deberán hacer un aspa de color rojo. “Y el dígito 6 porque ha sido este
año”, apostillaba. “La experiencia nos ha dicho que se recibían muchas
llamadas en SOS-Deiak para un mismo nido” y de este modo esperan
agilizar y optimizar los recursos, destacaba el subdirector de la
sociedad pública de Guardería Forestal.
“Era necesario informar porque los municipios son parte
involucrada en las actuaciones. Y la elaboración del protocolo también
era necesaria. Que todos los municipios se pongan de acuerdo y lo
acepten es complicado, pero se ha hecho. Los que han venido a los cursos
lo valoran bien porque se les dan nociones sobre la
velutina. El
año pasado lo vivían de cerca y no tenían esa formación sobre biología
[para no confundirla con la autóctona] y ciclo vital de la avispa, ni
cómo actuar o los medios”, sentenciaba Mendizabal.
Además, agregaba Landa “se les explica el protocolo, el
procedimiento a seguir cuando reciben la llamada de un vecino y los
medios que tenemos para trabajar en la neutralización de ese nido.
Quedan muy satisfechos con las explicaciones y se les aclaran las dudas
que tienen”.